viernes, 22 de mayo de 2009

Muerte

La tarde sigilosa
se ha metido entre mis piernas
mientras te oigo decir
que la muerte viene
sin sentirla.

Los minutos densos
del sol de septiembre
me rasgan la carne
para desollarme viva.

No hables de muerte
si no conoces la tortura...

Precipitada en las sombras
quedo en silencio
poco a poco...
lenta, descarnadamente.

Y tú hablas de la muerte
mientras torturas.

A mí, los pedazos de muerte
me han cortado los ojos,
se enterraron en mi piel
cortándome las venas.

La muerte perfecta,
la sabia,
densa,
lenta tortura de tus caricias.

Y tú hablas de la muerte
mientras torturas.