lunes, 14 de febrero de 2011

UNA DOCENA DE ROSAS

Hoy recibí una docena de rosas.
Memorias rojas, en celofán, envueltas,
viejos relatos rodeados de espinas,
y nuevas esperanzas, de aromas inquietantes.

Tejedoras apacibles de palabras renovadas.
Vulnerables homenajes de una historia muda,
que renace y se contenta en el recuerdo
de emociones escondidas y aplacadas.

Hermosas seductoras de miradas entintadas.
Generosas, como su dueño, de lindos ojos francos,
perpetrador de la táctica y la enorme estrategia
de reescribir mi pasado en mil nuevos diarios.

Rosas rodeadas por lágrimas blancas,
invitando, con su aroma, a regresar una mirada,
a regalar una sonrisa y un perdón de madrugada
al sin vergüenza aventurero de caricias a distancia.

Hoy, festejando el inicio de una nueva historia,
por sorpresa, recibí una docena de besos
rojos como la sangre que hierve en nuestra aurora
y también en los miles de años que rigen la memoria.

sábado, 12 de febrero de 2011

ÁNGEL

Eres el ángel de mi noche y el mago de mi cuerpo,

de mirada de cielo, manos de huracán y labios de fuego.

Eres inspiración continua, un reto a mi alma agazapada.

Tu mente de sabio viejo me subyuga cada madrugada.

Te apareces sonriente, te entregas completo, y luego te vas.

Es fascinante tocar tus alas, flotar en hipnosis a tu lado,

disfrutar de nuestro vuelo, mientras dure y nada más.

Saborearte poco a poco, sin condiciones, ni prisas,

quedándonos siempre queriendo un poco más.

De pronto, al paso de una ráfaga de viento,

en un momento de inconsciencia, en un rayo de mi mente,

en un relámpago certero, estallo en mil pedazos

y me encuentro, sin sentido, queriendo hacerte preso.

Quiero devorarte, amarte, atraparte en mi corazón.

Atar tus alas a mi cintura, sin vergüenza ni razón.

Hacerte mi ángel de placer durante mil noches,

condenarte sin censura a mil grilletes de caricias.

Y, me detengo, regreso a la cordura, suelto tus alas.

controlo mi rayo, mi relámpago, mi estallido,

aunque detener a una avalancha sea imposible,

hago el sacrificio, ángel de mi noche, te libero.

Disfruta tu vuelo nocturno, ángel solitario.

Tarde o temprano regresarás a mi hoguera,

me invitarás a acompañarte, a seguirte sin recato,

entregarás tus alas a mi ansia muda y certera.

Dices que tengo miedo, pero el temor es tuyo.

Temes a mis ojos oscuros de hechicera,

flotar, ahora, con mi vuelo, en el vacío.

Temes, no lo niegues, enamorarte de la guerrera,

Temes perder el sentido, volcarte en el delirio.

y sin embargo, te pido, te ruego, que finjas no temerme.

Olvida tus temores ancestrales, instintivos,

que estoy dispuesta también a enamorarme.

Déjate llevar por mi vértigo, lánzate, sé mi carcelero,

entrégate a nuestro baile nocturno de viento y fuego.

Te envolverá tu pasión encendida por mis alas

y querrás atraparlas, devorarlas, apresarlas.

Quédate hasta el atardecer de nuestra historia,

que al final llegará otra mañana despiadada.

Soltaré tus alas, elevarás, otra vez, las anclas,

y regresarás a tu vuelo eterno de ángel de la noche,

que tú también eres despiadado, guerrero y hechicero.

jueves, 10 de febrero de 2011

TÚNEL DEL TIEMPO

Vienes al inicio de mi otoño,


fantasma de mi primavera.

Llegas con tus botas de nube,

a decir que no me olvidaste.

"...Que veinte años no son nada..."

Tampoco veintidós.

Han soplado miles de vientos,

han muerto cientos de lunas,

han habido ya sequías,

y las nubes resurgieron.

Las cascadas se secaron,

los ríos cambiaron de rumbo,

las montañas florecieron

y los lagos llegaron al mar.

¿Nuestra cueva seguirá viva?

¿Habrán cerrado los caminos?

¿Y el cauce de aquel río

en el que nadamos sin prejuicios?

Quizá aquel muro de piedra,

guardián de nuestra historia,

a salvo del aire y del tiempo

nuestros nombres resguardó.

Quizá, si tenemos suerte,

encontremos todo intacto.

Quizá, todavía sin ensayos,

tenemos casi veinte.

Quizá es real y verdadero,

no es del todo imaginario.

Quizá podamos sin reparo

entrar en este túnel del tiempo.

Pero, te conozco, amigo mío,

querido aventurero:

Como acostumbras,

te reservas, no te entregas.

no vienes todo, ni completo.

Quieres tocar mis olas,

remojarte... chapotear...

Pero nunca en la profundidad

de mis aguas te hundirías.

Morirías ahogado, perdido,

y enamorado de verdad.

Te cegaría tu fuerza,

tu luz, mi intensidad.

Entiendo tus reservas,

tus miedos, tu torpeza.

Tú también fuiste, cariño

el primero en mi camino.

Por eso, amigo mío,

te doy la bienvenida.

Hoy te abraza una vieja,

ya no la moza que temías.

No esperes mi locura,

no me verás ya vencida.

Mi pasión la tuviste antes,

hoy tienes mi perdón,

mi cariño y mi alegría.

sábado, 5 de febrero de 2011

Libertad

En el silencio del tiempo


nos descubrimos.

En el espacio de un beso

nos encontramos.

Nuestras noches encendidas

por una sucesión virtuosa de miradas

se apilan en un baile placentero,

se mezclan con tu aire y mi mortero

No tengo que buscarme:

Me encuentro más yo en ti.

No necesito buscarte:

Te apareces, como mago, en mi cintura.

No tengo que buscar explicaciones:

Nuestros silencios tienen las respuestas.

Todo contigo está dicho,

sin medidas, ni razones, ni esperanzas,

esa es la libertad.

Cometas

Somos cometas sin rumbo, en el vacío.

Seres alados y voluptuosos.

Papalotes mexicanos de color de dulce,

flotando pegados y sudorosos.

Sin ataduras, ni máscaras, confiados.

Sin marcas, ni metas, ni directrices,

nos dejamos perder en el camino…

Nos dejamos llevar por el destino…

Estamos volando…

Conocemos el camino de regreso.

El mapa se refugia en tu azul mirada,

La brújula en tus besos de cerezo,

y en mis muslos las coordenadas.

Y las cometas se encuentran

se enredan, se entrelazan,

flotan en éxtasis, arrobadas.

Habrá que tirar de la cuerda firme,

o dejar que se pierdan en la alborada.

De pronto las cometas

se convierten en estrellas,

y fulguran explosiones a distancia.

Somos soles explorando en el espacio,

y aun cometas dulces, por niños atrapadas.