En el silencio del tiempo
nos descubrimos.
En el espacio de un beso
nos encontramos.
Nuestras noches encendidas
por una sucesión virtuosa de miradas
se apilan en un baile placentero,
se mezclan con tu aire y mi mortero
No tengo que buscarme:
Me encuentro más yo en ti.
No necesito buscarte:
Te apareces, como mago, en mi cintura.
No tengo que buscar explicaciones:
Nuestros silencios tienen las respuestas.
Todo contigo está dicho,
sin medidas, ni razones, ni esperanzas,
esa es la libertad.
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