jueves, 10 de febrero de 2011

TÚNEL DEL TIEMPO

Vienes al inicio de mi otoño,


fantasma de mi primavera.

Llegas con tus botas de nube,

a decir que no me olvidaste.

"...Que veinte años no son nada..."

Tampoco veintidós.

Han soplado miles de vientos,

han muerto cientos de lunas,

han habido ya sequías,

y las nubes resurgieron.

Las cascadas se secaron,

los ríos cambiaron de rumbo,

las montañas florecieron

y los lagos llegaron al mar.

¿Nuestra cueva seguirá viva?

¿Habrán cerrado los caminos?

¿Y el cauce de aquel río

en el que nadamos sin prejuicios?

Quizá aquel muro de piedra,

guardián de nuestra historia,

a salvo del aire y del tiempo

nuestros nombres resguardó.

Quizá, si tenemos suerte,

encontremos todo intacto.

Quizá, todavía sin ensayos,

tenemos casi veinte.

Quizá es real y verdadero,

no es del todo imaginario.

Quizá podamos sin reparo

entrar en este túnel del tiempo.

Pero, te conozco, amigo mío,

querido aventurero:

Como acostumbras,

te reservas, no te entregas.

no vienes todo, ni completo.

Quieres tocar mis olas,

remojarte... chapotear...

Pero nunca en la profundidad

de mis aguas te hundirías.

Morirías ahogado, perdido,

y enamorado de verdad.

Te cegaría tu fuerza,

tu luz, mi intensidad.

Entiendo tus reservas,

tus miedos, tu torpeza.

Tú también fuiste, cariño

el primero en mi camino.

Por eso, amigo mío,

te doy la bienvenida.

Hoy te abraza una vieja,

ya no la moza que temías.

No esperes mi locura,

no me verás ya vencida.

Mi pasión la tuviste antes,

hoy tienes mi perdón,

mi cariño y mi alegría.

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